Por Carmen Morales, Terapeuta ocupacional en Agacia Centro Terapéutico
Los problemas de alimentación en la infancia son una de las causas principales por las que muchas familias acuden nuestro centro. Bien sea por dificultades en la integración sensorial o por problemas de resistencia a la introducción, los problemas alimentarios suelen generar un elevado malestar a nivel familiar y limitar la vida social.
Hablamos de selectividad alimentaria cuando una persona tiene un rango muy limitado de alimentos que come, rechazando otros por su textura, color, sabor, etc. Para evitar esto se recomienda de forma general hacer actividades para llevar una regulación sensorial y una correcta gestión emocional, acompañado de un sistema de recompensas para que se produce la ingesta del nuevo alimento. Es importante tener en cuenta que la recompensa no tenga que ver con la comida.
Muchos trastornos de ocurrencia en la infancia, como los trastornos del espectro autista, los trastornos obsesivos compulsivos, la discapacidad intelectual, etc. presentan alimentación selectiva.
Actividades de aproximación a los alimentos
- Comprar alimentos de juguete y jugar con ellos
- Jugar con texturas previo a la comida
- Jugar con la comida (pintar, ensartar con macarrones, lanzarla, cualquier tipo de juego con comida) antes de intentar que el niño come.
- Permitir al niño que participe en la compra de la comida
- Colocar alimentos nuevos cerca de su plato
- Colocar los alimentos de forma adecuada con un tamaño no más grande que el puño del niño y que facilite su agarre (tipo barrita o tipo hamburguesa) para que el niño pueda cogerlo con las manos. Si se niega a cogerlo con las manos facilitaremos cubiertos para que él mismo intente comer de forma independiente.
A su vez, se recomienda minimizar las oportunidades de insistencia por un alimento en un periodo de tiempo, es decir, no crear conductas rígidas ofreciendo siempre el mismo alimento y de la misma forma. Esto lo conseguimos haciendo:
- Pequeños cambios en el alimento favorito
- Incluir al niño cuando se hagan esos cambios o intentar mostrárselos
- Introducir una nueva receta o cambiar la marca del alimento favorito.
Por otro lado, se recomienda exponer al niño a estímulos sensoriales de forma diaria como, por ejemplo, andar descalzo, ir sin ropa, jugar con texturas (legumbres, césped, arena sensorial, slime, pintura de dedos, jabón y cremas corporales) para que de forma progresiva vaya disminuyendo la hiperreactividad sensorial.
Además, es importante no obligar nunca al niño a comer ni a tocar las cosas para no crear aversión a la comida. Hay que dejar que ellos guíen el proceso y esto es lo último que le vamos a pedir.
Ejemplo de la intervención a la hora de comer
1. PARTE 1: CONTROL DEL ENTORNO
- OBJETIVO 1: Proporcionar al niño un horario consistente1. Anotar el tiempo que tarda en comer (no más de 30 minutos en la
mesa)
2. Comer a la misma hora
3. Hacerle saber a qué horas se come y crear una rutina
- OBJETIVO 2: Crear un entorno adecuado1. Preparar el entorno en el que el niño va a comer, a poder ser que
participe de forma activa en su preparación (referencia del mantel con
cubiertos y platos, colocar utensilios…)
2. Comer en el mismo sitio para facilitar la adquisición de rutinas
3. Comer con toda la familia. El niño es uno más y no se debe apartar
de los momentos familiares. Por tanto, se recomienda que coma a la
misma vez que los demás miembros de la unidad familiar.
- OBJETIVO 3: Reducir los gritos y lloros en la mesa1. Evitar coacciones
2. Reducir las conductas disruptivas
3. Dar tiempo al niño siguiendo la escala de alimentación pautada
Por lo tanto, si tu hij@ o algún familiar tiene un problema de alimentario contacta con nosotros a través de nuestro teléfono, redes sociales o correo electrónico y te ayudaremos.