Por Belén Valverde, logopeda en Agacia Centro Terapéutico

La voz se produce gracias a la acción coordinada de varias estructuras de nuestro cuerpo. El aparato fonador está formado por distintas estructuras musculares de regiones diferentes y por elementos del aparato respiratorio y digestivo.

Como dato curioso, es importante conocer que ninguna estructura de nuestro cuerpo se encarga únicamente de producir la voz. Muchos animales cuentan con cuerdas vocales, pero sin embargo no emiten sonidos. La producción de voz, que es capaz de realizar únicamente el ser humano, ha sido una adaptación evolutiva posterior a otras acciones imprescindibles en la vida, como la protección de las vías respiratorias, principal función de la laringe.

 El aparato fonador cuenta con tres porciones:

– El fuelle: hace referencia a los pulmones, el diafragma y los músculos del abdomen, ya que suministran la energía necesaria para que el aire salga, es decir, empujan el aire hacia nuestras cuerdas vocales.
– El vibrador: lo que conocemos como cuerdas vocales.
– Los resonadores: son las zonas que se encuentra por encima de las cuerdas vocales que modifican el sonido y lo amplifican, en concreto, la faringe, la boca y las fosas nasales.

Nuestra voz, es lo que nos hace únicos y es una herramienta fundamental para la comunicación.

El ser humano es un ser sociable que necesita el contacto con los demás. Es por ello, que tenemos que hacer un buen uso de ella para evitar patologías como la disfonía, que es una alteración de las cualidades acústicas, o la afonía, que es una pérdida total de la voz. La disfonía puede deberse a lesiones en las cuerdas vocales como son los nódulos, pólipos, pseudoquistes serosos, entre otras más. Cuando estas se producen, es importante acudir al Logopeda para mejorar a través de la terapia las técnicas vocales y hacer así un buen uso de la voz, y en algunos casos es necesario pasar por quirófano previamente, según el estado de la lesión.

¿Cómo sabemos que algo no va bien y nuestra voz no suena adecuadamente?

Si presentamos los siguientes síntomas:
– Ronquera.
– Tos.
– Variaciones en la intensidad de la voz.
– Ausencia de voz.
– Dolor de garganta al hablar.

¿Cómo podemos sacarle partido a nuestra voz?

– Evitar químicos, entornos secos y cambios de temperaturas, ya que deshidrata la mucosa vocal.
– Si existe ruido ambiental no hablar de forma prolongada.
– No fumar ni beber alcohol, puede producir reflujo gastroesofágico, el cual puede irritar las cuerdas vocales.
– Evitar carraspear, provoca traumas en las cuerdas vocales. Por tanto, es mejor beber agua de forma pausada.Hablar pausado, con buena articulación y vocalización.
– Respiración costo-diafragmática.
– Mantener una postura adecuada.

Si necesita más ayuda puede contactar con Belén Valverde, logopeda, a través de nuestro contacto web. Desde nuestro centro estaremos encantados de brindarle más información sobre esta temática.

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