El presente artículo pretende desmontar el autismo como una enfermedad a curar frente a la intervención y potenciación de una condición como persona.

El diagnóstico del trastorno autista genera en muchas ocasiones la búsqueda de posibles tratamientos que genere una solución al “problema”. El paso del tiempo y el apoyo genera un proceso de aceptación del trastorno, tanto en las familias, como en ciertos casos, de la propia persona  y la implicación de los tratamientos eficaces desarrollados actualmente.

Es importante poner de manifiesto que las terapias “milagro” no existen ni son efectivas y en ocasiones son incluso perjudiciales para la persona. Es el caso de la polémica establecida por dióxido de cloro y clorito de sodio para «curar el autismo». Sin embargo, los expertos revelan que este derivado de la lejía no produce una cura.

Tal vez, debemos partir de la definición de autismo para poder entender estos conceptos de cura. El autismo es un trastorno que afecta a la comunicación e interacción sociales, con presencia de de patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Estas características están presentes en la primera etapa de desarrollo y va a permanecer a lo largo de toda la vida de la persona.  Por lo tanto, hablamos de una condición y no de una enfermedad.

La ruptura con la idea de enfermedad, ha de conllevar el abandono de la búsqueda de la cura y la aceptación de la persona con sus rasgos personales y los que le acompañan con el autismo. Pero este proceso requiere de muchos factores, entre ellos el tiempo.

A continuación, mostramos un vídeo del mayor experto en España de trastornos del espectro autista, Juan Martos, en el cual hace una reflexión sobre la trayectoria del autismo desde su experiencia.

El que exista algo a curar no significa que no se haya habilidades, destrezas y conductas que no se puedan potenciar y/o modificar.  Las terapias actualmente recomendadas para la intervención de personas con autismo son:

  • Tratamientos psicopedagógicos:
    • Terapias de corte conductual
    • Programas de enseñanza estructurada
    • Modelos basados en el desarrollo y sistemas de fomento de competencias sociales
  • Sistemas alternativos o aumentativos de comunicación
  • Terapia ocupacional
  • Tratamientos farmacológicos para la regulación de síntomas
  • Intervención socio-familiar

La intervención precoz en atención temprana puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo y bienestar de la persona con autismo y su entorno, mejorando su potencialidad.

Existen muchas líneas de estudios neurocientificos y genéticos en marcha con esperanzadoras proyecciones. Un ejemplo es el de la universidad de Duke, donde estudian el uso de células madre del cordón umbilical de los propios niños, encontrando cambios significativos en los participantes 12 meses después del trasplante de células madre, especialmente en casos más graves. Sin embargo, este estudio presenta limitaciones, como el bajo número de participantes y la ausencia de un grupo control y/o comparación con otros tratamientos.

Ha de tenerse en cuenta el floreciente número de terapias alternativas al tratamiento del autismo que se han de considerar complementos terapéuticos y no tratamientos en sí mismos. Son los casos de:

  • Hierbas medicinales
  • Tratamientos con melatonina, homeopatía, etc.
  • Dietas suplementarias
  • Acupuntura
  • Oxigeno hiperbárico

Ciertas terapias alternativas pueden ser tan positivas para las personas con autismo como para la población general. El caso de las dietas supresoras de gluten o lactosa, pueden ser beneficiosas debido a que muchas personas con falta de destrezas lingüísticas pueden tener problemas para comunicar el malestar y lo manifiestan con irritabilidad. En el momento que estos elementos son suprimidos hay una mejoría en la conducta de la persona. Otro elemento como la melatonina es recomendable cuando hay problemas de sueño. Sin embargo, el establecimiento de hábitos de higiene de sueño, también puede tener un efecto positivo en este tipo de conductas.

En conclusión, las terapias actuales para la intervención en personas con autismo pretenden mejorar la vida de la persona y de su entorno desde su condición como persona con autismo. Hoy, 2 de Abril, día de concienciación sobre el autismo, se hace un llamamiento a que la sociedad también se sensibilice y se adapte a las necesidades de estas personas, desde la aceptación y la no discriminación, favoreciendo la inclusión y adaptación social, laboral y educativa. Desde nuestro centro nos volcamos con la intervención a personas con autismo y a su entorno. 

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