Se aproxima San Valentín y con ello una oda al amor romántico.

El AMOR es una de las más intensas y deseables de las emociones humanas. Implica intimidad, pasión, compromiso, respeto, confianza y entendimiento. Modifica nuestra forma de entender el mundo y de percibir la realidad. También es abrir un espacio de interacciones con otra persona en nuestra vida. Pero a veces confundimos el amor con “otra cosa” que puede causar daño.

En palabras de Silvia Congost “Si duele, no es amor”.

El concepto del amor cuenta con su propia historia. El amor es una evolución primitiva del instinto de supervivencia que permitió mantener unidos a los humanos con el fin de sobrevivir. Dada su importante carga de atracción y deseo sexual  aseguró la continuidad de la especie a través de la reproducción (Congost, 2017). La aparición del concepto de almas gemelas o media naranja¸ tiene sus orígenes en la antigua Grecia y se mantuvo, adoptando  nuevas formas durante la Edad Media y el Romanticismo. Con el cristianismo, se establece la monogamia y con ella la aparición de los celos y del concepto de infidelidad. Durante el Renacimiento y el Barroco, el amor es considerado un impulso incontrolable que está por encima de toda norma social y moral. A partir del siglo XX, la idea del amor “libre” convive con el amor romántico, el matrimonio y la búsqueda de la persona ideal. En nuestra sociedad actual, los modelos de apego familiares, así como los modelos sociales sirven a las personas de referente a la hora de establecer sus relaciones amorosas.

¿Cuáles son las bases del amor?

El amor se deposita sobre unos pilares básicos como hemos citado anteriormente.

El amor consumado es aquel que reúne los pilares básicos: intimidad, pasión y compromiso.  El resto de fórmulas representan otros tipos de relaciones amorosas, como el amor social, que representaría el amor que sentimos por nuestros amigos; o el amor fatuo, que representa una relación comprometida, con una vida sexual plena, pero sin una intimidad emocional solidad.

El AMOR ROMANTICO, es lo que muchas personas definen como el amor verdadero y sin embargo, este está caracterizado por una relación en la que hay pasión e intimidad, pero no existe compromiso.  Este tipo de amor presenta su propio canon estructurado delo que se supone que debe ser la relación: monógama, estable, con papeles diferencias entre los miembros que la componen y jerarquizados, etc.; y está reforzado por simbolismos o mitos que lo mantienen tales como la idealización del amor, dependencia, necesidad de complentaridad de género, necesidad del otro, etc.  (Bonilla y Rivas, 2020).

Sobre el amor, existen muchos mitos o creencias que hemos incorporado en nuestro repertorio mental sobre cómo debe ser nuestra relación de pareja o como debemos querer. Pensamos, que cuando estas creencias no se cumplen, no estamos viviendo una relación de amor verdadero.

¿Cuáles son los mitos del amor romántico?

En el estudio de Bonilla y Rivas (2019) sobre el Diseño y validación de una escala de amor romántico se identifican los siguientes mitos:

  • Mito de la media naranja: Todas las personas necesitan alguien que las complemente.
  • Mito de la pasión eterna: En el amor verdadero la pasión del principio de la relación se mantiene durante toda la relación. Si no se siente a misma pasión no se quiere a la pareja.
  • Mito de la omnipotencia: El amor puede con todo y puede solucionarlo todo.
  • Mito del matrimonio: el amor debe conducir necesariamente a una relación
  • Mito de los celos: Los celos son una prueba de amor.
  • Mito de la exclusividad: Solo podemos enamorarnos de una única persona al mismo tiempo.
  • Mito del emparejamiento o de la pareja: La relación monógama heterosexual es una institución amorosa natural y universal que ha estado presente en todos los contextos históricos y culturales
  • Mito de la ambivalencia o de la compatibilidad amor-violencia: La relación de pareja puede pasar por episodios de violencia o puede convivir con la misma.
  • Mito de la abnegación: El amor conlleva sacrificios y se debe priorizar el bienestar de la pareja frente a otros valores.

¿Cómo deconstruir los mitos y reconstruirnos como pareja?

Los mitos generan ideas que no son necesariamente ciertas y que, como se ha comentado, son reforzadas socialmente. Sin embargo, en muchas ocasiones lo que genera son patrones de relaciones desestructuradas que generan malestar a las personas que las vivencias. Por ello debemos deconstruir los mitos:

  • Mito de la media naranja: Las personas nos debemos desarrollar por nosotros mismos buscando cuales son esos objetivos y valores que me hacen progresar y mejorar. Cada uno de nosotros somos una naranja completa y de forma libre puedo decidir compartir mi vida con otra persona.
  • Mito de la pasión eterna: Las relaciones evolucionan, y con ello la forma de percibir las necesidades dentro de la relación. La pasión puede cambiar, incluso disminuir, pero en una pareja solida se cuentan con otros propósitos que mantiene la relación, como el compromiso y la intimidad. De la misma forma la pasión puede disminuir, pero las relaciones pueden ser mas satisfactorias y mas experimentadas.
  • Mito de la omnipotencia: El amor es un motor de marcha en nuestra vida, pero hay que desarrollar otros pilares como los económicos, sociales, familiares, etc. Que serán los recursos hacia los que me debo dirigir frente a las adversidades.
  • Mito del matrimonio: El miedo a perder la pareja si no existe una documentación que nos una, genera preocupación en muchas personas. Sin embargo, el compromiso no debe ejercerse necesariamente a través de documentación, ni la relación cambia por la existencia de la misma. El compromiso a estar con una persona debe ejercerse de forma individual hacia el otro.
  • Mito de los celos: Los celos son muestra de inseguridad personal y de desconfianza hacia el otro. Lo que realmente genera son relaciones con desequilibrios emocionales, controladoras y en ocasiones, con dominancia.
  • Mito de la exclusividad: Una persona puede elegir libremente estar con una pareja y tener sentimientos amorosos hacia otra persona. Al igual que la alegría, la tristeza o el enfado, el amor no se elige, sino que se siente. No decidimos que sentir y por supuesto, tener unos sentimientos no resta otros.
  • Mito del emparejamiento o de la pareja: La relaciones pueden tener la formula que las personas quieran elegir, respetando la integridad, libertad y capacidad de decisión de la otra parte.
  • Mito de la ambivalencia o de la compatibilidad amor-violencia: La relación que vive con violencia normaliza la misma. Una vez que se han derribado fronteras en una relación, no volvemos hacia a atrás. Solo tenemos una vida, ¿realmente la queremos vivir así?
  • Mito de la abnegación: La relación se ha de tomar desde la libertad de decisión. Las personas deben sentirse cómodas y libres junto con la persona que se encuentran sin necesidad de abandonar sus valores vitales.

La relación de pareja debe construirse siempre desde la libertad, el compromiso y el respeto. Desprendiéndonos de esos prototipos sociales que podemos ver en redes sociales, películas, etc. valorando como me siento yo como individuo acompañado/a por otra persona en mi vida. Para ello es importante pasar tiempo juntos, compartir opiniones, al tiempo que nos permitimos tener nuestro propio espacio personal para desarrollarnos en nuestros trabajos, relaciones sociales y actividades de ocio.

Desde nuestro centro pretendemos dar ayuda a todas aquellas personas y parejas que desean construir una relación desde su propio modelo amor. Estamos a vuestra disposición en nuestro centro o a través de redes sociales, la línea telefónica 671517220 y el correo electrónico info@agaciacentro.com.

 

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